domingo, 24 de agosto de 2014

Él Demonio Que Asecha Mis Sueños


Fueron sus ojos oscuros como la media noche
Los que me incitaron a cometer cualquier fechoría
Sus labios cual piedras de río
Los que me llevaron a consumar el peor de los pecados
Y su sonrisa de misterios
La que me sedujo y me retuvo por tanto, tanto tiempo.
Era él el hombre de mis sueños más profundos e indecentes
Él quien decida por mí en el peor de los casos
Quien me guiaba al sendero detrás de donde no debía llegar
Quien me protegía de las blasfemias de mi biblia personal
Fue sin duda su torso de cobre desnudo y ardiente
Quien me ha clavado hoy ante usted
Para confesarle el pecado cometido por siglos
La brujería que atesta contra mi alma
Pues después de tantas mañanas vacías sin él
He decidido que entre por la puerta grande de casa
Y arrebate la última pizca de vida que me queda.
Fue él, desierto de mi alma y oscuro secreto sumiso
El hombre que amo y las pocas risas ocultas que me ha descubierto
Cuando ya no hay razón para reír
Soy esclava de su alma y él en silencio y profundo secreto dueño de mis caderas.
Sin duda soy dueña y tengo el poder de destruirle el corazón
Que todos estáis seguros no posee
Yo, esta pobre e ingenua conocen de él
El amor que ni ella posee
Yo, esta indefensa criatura
Tiene el poder de arrebatarle la vida y con eso la mía
Y por eso estoy ante usted,
Para confesarle que es él,
Sin duda ni temor,
Estoy frente a usted señor, 
Para confesarle 
Que es usted

El demonio que asecha mis sueños.

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