martes, 18 de marzo de 2014

Ojalá


Ojalá mañana estés al amanecer, 
Aunque sea como una ráfaga de viento 
Que rosa mi boca luego de sorber
Un poco de café.

Si, ese café que prepararé para ti 
En las mañana sí estas o 
Sí te atreves a quedarte por la noche.

Ojalá mañana estés al medio día,
Aunque sea solo un momento para que me comentes 
Cómo te trata la vida y tomes conmigo un poco whisky, 
Ese que te gusta seco y añejo.

Añejo como los años que estaremos juntos, 
Si te atreves a encontrarme o tan si quiera a buscarme, 
Yo seguramente prometo no permitir que el amor se haga seco, 
lo regaría y calentaría todos los días 
para que así si se haga como el whisky bueno.

Ojalá mañana estés al atardecer,
 aunque sea como el sereno que es perfecto 
para tomar guarapo con bizcochos del abuelo 
meciéndonos en las sillas del porche pintado de azul.

De ese modo cuando tú seas el abuelo 
de los hijos de nuestros hijos tendrás una hermosa historia 
que contarles mientras bebes café y bizcochos 
del abuelo en el porche azul de nuestra acogedora casa.

Ojalá mañana estés por la noche, 
aunque solo sea por cuanto dure 
nuestro amor en una noche 
de luna llena o menguante.

Pues de ese modo y en ese instante yo, 
cariño mío, entregaría cada suspiro y sueño a ti, 
como muestra infinita del deseo, 
amor y devoción que puedo sentir por ti.


Ojalá mañana y siempre estuvieras, 
pero sí no estás, sí no te atreves a buscarme, 
sí el miedo o la pereza te atrapan, 
sí la vida, como triste final a esta historia decide no juntarnos, 
no encontrarnos, no ponernos frente a frente en las mañana, 
entonces, amor mío entérate que yo firmaré 
esta carta que a ti escribo como… 

Por siempre tuya. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario